Las propias características del alcornoque, árbol que suministra cada 9-10 años, la materia prima que hace funcionar toda la cadena de valor, determina nuestro interés en que el valor de los productos y materiales fabricados con corcho, destacando entre ellos el tapón de envases de vidrio, se mantenga durante el mayor tiempo posible, que los residuos y el uso de recursos a lo largo de toda la cadena de valor se reduzca al mínimo, y el corcho se conserve dentro de la economía cuando el tapón o cualquier otra aplicación del corcho (revestimientos, ropa, calzado, mobiliario, etc.) ha llegado al final de su vida útil, con el fin de volverlos a utilizar repetidamente y seguir creando valor.

Este modelo de económica circular, interiorizado completamente por todos los agentes de la cadena de valor del corcho, permitirá que los propietarios y gestores forestales, la industria corchera y los fabricantes de tapones y otros productos de corcho mejoren la competitividad de sus empresas mediante la innovación, lo cual redundará en un mayor desarrollo rural que fije población en los territorios corcheros, contribuyendo así al mantenimiento de la biodiversidad y la funcionalidad de ecosistemas como la dehesa y bosque mediterráneo. También ofrecerá a los consumidores productos de corcho más duraderos y de mayor calidad que aporten valor y una mayor calidad de vida.

PTEcor, representante de sectores implicados en la bioeconomía, está firmemente comprometido con la economía circular, colaborando con otras Plataformas Tecnológicas en actuaciones que tengan como finalidad el uso en cascada del corcho como materia prima, el respeto a la jerarquía de los residuos de corcho, la reutilización del agua, el ecodiseño de los productos, la gestión integrada de los residuos, entre otras.